El eje sobre el que apoyamos las recomendaciones de inversión es el
conocimiento del cliente. Para ello realizamos un análisis de su
perfil de riesgo,
horizonte temporal,
necesidades de liquidez y
expectativas de rentabilidad. Consideramos que todo proceso de inversión debe realizarse de acuerdo a una política de inversión y ha de estar vinculada a un índice de referencia o
benchmark que actúe como guía y permita evaluar las decisiones. Abordados estos primeros pasos, realizamos
un detallado análisis de las características de la cartera, tanto desde un punto de vista cualitativo como cuantitativo, poniendo una especial atención a la detección y cuantificación de los factores de riesgo. Por último, tan importante como la planificación de una inversión, es su
seguimiento. Gracias al desarrollo de
herramientas propias, realizamos un control continuo de la cartera, identificando posibles desviaciones respecto del mandato de inversión.