Afi junto a Closingap y CaixaBank han llevado a cabo un estudio para manifestar la brecha de género que se produce en el medio rural. Se partía de la premisa de la doble desigualdad que sufren las mujeres, por el hecho de ser mujeres y por la creada en su propio entorno, el lugar donde residen. A su vez, se pretendía reflejar las consecuencias que esta situación tienen sobre la economía, suponiendo esta pérdida de incorporación al mundo laboral una supresión del bienestar común de la sociedad. Teniendo en cuenta que la conciliación es una carencia que el medio rural necesita solventar. Sumado a esto, la temporalidad y la parcialidad en el mercado es mayor en el caso de las mujeres que en el de los hombres (8,9 p.p y 8.6 p.p., respectivamente).
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