Los avances tecnológicos más
recientes, la liberalización del mercado global de las
telecomunicaciones y el subsecuente despegue del fenómeno Internet
en todo el mundo están transformado la sociedad como la hemos
conocido en una sociedad caracterizada cada vez más por la difusión
y el intercambio de todo tipo de información y conocimiento entre
empresas y personas. Todos estos procesos de comunicación, para
hacerse efectivos, requieren y requerirán aún más en el futuro de
unas infraestructuras y aplicaciones tecnológicas sólidas que los
soporten de forma ágil y fiable.
El momento para el sector de las
Nuevas Tecnologías de todo el mundo, incluido nuestro país, es
idóneo. En España, a lo largo del año 2000 el sector mantuvo un
crecimiento superior al 14% en su cifra de negocio y en torno al 9%
en creación de empleo, niveles de crecimiento por encima de la media
europea y, a pesar de las circunstancias actuales, la tendencia
sigue siendo positiva para los próximos años. Sin embargo, en
términos absolutos continuamos manteniendo una distancia importante
en relación con los países de nuestro entorno europeo y por ejemplo,
según EITO (European Information Technology Observatory), el nivel
de gasto per cápita en Tecnologías de la Información y
Comunicaciones en España es la mitad de la media europea.
En todo caso, es evidente que el
sector de las Nuevas Tecnologías en España está atravesando uno de
los mejores momentos de su historia, gracias en buena medida a la
convicción de la sociedad española sobre la necesidad del desarrollo
de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones para
asegurar la competitividad futura de nuestras empresas y el
bienestar de sus ciudadanos. El año 2001 será, probablemente, el año
de la transición en el que se ahondará en la reordenación de los
proyectos de la Nueva Economía existentes, desapareciendo los no
viables y fortaleciéndose los más competitivos y, sin duda, se
producirá un importante avance en la introducción de las Nuevas
Tecnologías en nuestro país. Hasta ahora Internet ha tenido impacto
en dos ejes: el boom del sector tecnológico en los últimos cinco
años; y el efecto burbuja y pinchazo en los mercados financieros. No
obstante, quedan por desarrollar sus efectos en dos ejes más
relevantes: en la economía real, esto es, en las propias operaciones
de las empresas; y en el resto de los ámbitos de la sociedad,
alcanzando realmente el modelo de Sociedad de la Información y de
Aldea Global del que hace tanto tiempo se viene hablando.
En esta línea, hemos solicitado a
cualificados profesionales, interesados y conocedores del impacto de
las nuevas tecnologías en sus respectivas áreas de competencia, sus
análisis y reflexiones sobre aquellos temas que nos han parecido de
mayor relevancia y actualidad. Baudilio Tomé analiza, desde una
perspectiva de Estado, las infraestructuras y servicios de la
economía digital y Carlos Navarrete examina la posición española en
la nueva economía desde la óptica del principal partido de la
oposición. Jaime García-Legaz se refiere a las políticas necesarias
de desarrollo para poner en marcha en España la Sociedad de la
Información mientras que Juan Roure analiza los factores clave para
el lanzamiento de nuevos negocio en Internet. A continuación, Amadeo
Reynés expone los retos de la banca ante el nuevo canal de negocio
que supone la Red. Fernando Abril Martorell estudia el nuevo entorno
de las telecomunicaciones y Juan Antonio Samaranch nos presenta sus
reflexiones sobre el futuro de las inversiones en tecnología.
Bajo el epígrafe La empresa en la
Sociedad de la Información: algunas experiencias se presentan las
reflexiones de Julián de Cabo sobre la práctica de una empresa
española (Terra) en la Red; Regino Moranchel nos ofrece la visión
del futuro funcionamiento de la empresa virtual; Javier Gimeno de
Priede hace referencia al mundo de los contenidos; y cierra el
monográfico Honorato López Isla que nos ofrece su visión sobre las
posibilidades de este nuevo entorno en el sector de la energía. A
todos ellos les agradecemos su disposición a realizar estas
colaboraciones en una situación aún dominada por la incertidumbre,
pero cuyas reflexiones esperemos nos permitan ir aclarando la
evolución del entorno.